Ya se ha firmado la pelea entre Floyd Mayweather y Saúl «Canelo» Álvarez. Por supuesto nos lo presentan como un peleón, pero nos da que más será una exhibición muy bien pagada para Mayweather.
Por supuesto damos validez al viejo aforismo de que no existe enemigo pequeño, y el Canelo tiene más de un 70% de victorias por nocaut, aunque muchos de los tipos anestesiados son desconocidos en los circuitos internacionales, lo que por otra parte es inherente a todo récord profesional. Sería interesante que las estadísticas reflejasen las victorias obtenidas por KO con motivo de la disputa de títulos continentales y mundiales.
Coincidimos con el maestro, que decía: «Antes había verdades y mentiras; ahora hay verdades, mentiras y estadísticas»; estas colecciones de datos no son otra cosa que fríos números, pero sí podría ser interesante comparar los combates de cada boxeador con campeonatos importantes en juego, que es cuando las destrezas están más parejas. Algo que los ordenadores podrían hacer en un santiamén toda vez que dispongan de los datos, a nosotros nos puede llevar un buen montón de minutos, pero prometemos con motivo de algún buen combate daros esos números.
Volviendo al combate de Money y Canelo, ya han comenzado a danzar de ciudad en ciudad en una gira que les llevará a un total de 11 urbes entre los USA y México. Suponemos que no viajarán juntos como si se tratase de una exhibición, y que sólo se verán unos minutos en la mesa de la conferencia de prensa.
El boxeo estático que el Canelo mostró ante su último rival (Austin Trout) es ideal para el Pretty Boy, aunque el mexicano tiene a su favor la juventud (también tiene en contra la inexperiencia) y unas pocas libras de más de las que a Mayweather le hubiera gustado pactar el pleito (también tiene en contra que habrá de bajar de peso).
La movilidad, el dinamismo de sus combinaciones, su sentido de la esquiva, rodando los guantazos en el momento en que llegan, la variedad y gama de golpes que exhibe, y su inteligencia para saber leer los combates, han hecho de Floyd Mayweather el ídolo boxístico que es, y de ahí su palmarés inmaculado: 44(26).
Pero no todas la peleas del de Grand Rapids fueron paseos militares, ni en todas demostró su superioridad. Tiene una sola pelea ganada en decisión dividida, la que le enfrentó a Óscar de la Hoya.
Y otra que al parecer de muchos expertos perdió y por amplio margen: la primera que le enfrentó al mexicano José Luis «El Temible» Castillo, el mismo Castillo que os presentamos hace unas semanas enfrentándose al ya desaparecido Diego «Chico» Corrales.
Y es precisamente este combate de Mayweather no pasándolo muy bien el que os vamos a dejar aquí a condición de que lo visionéis con el lápiz en la mano para irlo puntuando. El duelo tuvo lugar en Las Vegas, USA, el 20 de abril de 2002.
Existe un vídeo alternativo del que podéis serviros para ver completas las entrevistas del final:
Por supuesto hubo un combate de revancha, el 7 de diciembre del mismo año y en la misma ciudad, pero la historia fue muy diferente: