Os proponemos ahora el documental prometido ayer como parte del trabajo de esta semana en la que estamos congraciándonos con el thaiboxing.
Esta cinta pertenece a una serie intitulada «Artes letales», y se enfoca en aspectos más ocultos del boxeo thai que los meros combates. En el filme se remeda un viaje iniciático de una señora más versada en aikido que en deportes de combate y las complicaciones que encuentra en el país asiático por su condición de mujer.
A lo largo del metraje insisten una y otra vez en considerar al muay thai como un arte marcial. Sobre este particular hay mucho que decir; encontramos a quienes consideran artes marciales sólo a los sistemas de lucha y combate orientales mientras otros consideran al muay thai un deporte reglado.
Tal vez estos últimos presuman que para que un arte marcial sea considerado como tal ha de ir acompañado de una filosofía de vida; pero lo cierto es que la expresión «arte marcial» en ningún momento nos habla de misticismo, filosofía, religión, creencias, espíritu o cualquier otro aspecto relacionado con la mente y las emociones… Un arte marcial es un arte de guerra. Cualquier disciplina occidental de lucha o combate es un arte marcial en sentido estricto. Para ser un maestro de las artes marciales hace falta dedicación, igual que para cualquier otra técnica: los orfebres, los canteros, los carpinteros, los pescadores, los físicos, los cetreros, los médicos, los pintores, los pilotos, los agricultores… Cada cual aúna vida y oficio como bien puede y no por eso se separan en artistas o no artistas.
Pararse a discutir estas cuestiones bizantinas es como aquel que se queda mirando la uña mellada del dedo que le señala la luna y se pierde el esplendor del satélite en fase llena.
Ved el documental y sacad vuestras propias conclusiones. Aunque os pueda parecer un tanto más feble que el anterior, estad atentos porque vais a presenciar aspectos controvertidos del muay thai. Llegados a este punto nosotros vamos a hacer gala de nuestra vena de tolerancia y aceptaremos las cosas tal como son, sobre todo porque queda fuera de nuestro alcance cambiarlas (y no se trata de pancismo).
[…] Y con esa dureza llegarán las críticas, por supuesto. Pero ya dijimos con motivo de los dos documentales que os pusimos sobre el thaiboxing y los combates de niños en Tailandia que a una sociedad no se […]