Un artículo, una pelea, una película

Seremos breves y concisos. Os dejamos un texto para leer, un buen artículo sobre la vida de Jim Braddock, campeón del mundo del peso pesado allá por los años treinta. De la pluma de Rubén Uría, quien gusta de escribir sobre los ídolos del deporte, el artículo apareció hace ahora dos años en la magnífica revista online Jot Down, referente nacional del savoir faire, y perdón por la pedantería del galicismo: «El bulldog irlandés de Bergen«.

En el texto se os habla de James J. Braddock, también conocido como «Cinderella Man»… Ahora seguro que os suena un poco más. El autor del artículo realiza una extensa semblanza de la vida de Braddock y habla en él de dos peleas (y perdón por la pedantería del oxímoron). La primera es la que dio sentido a la vida del púgil, la que le aupó a la cima del boxeo mundial, la que le convirtió en campeón del mundo de los pesos pesados. Seguro que la historia os recuerda el guión de la primera película de la saga boxística de Stallone, «Rocky»; y es que toda ficción o bien ha ocurrido antes o bien está por suceder.

Aquí os dejamos las mejores imágenes de aquel peleyón, como dice Óscar de la Hoya.

En el artículo del Uría se habla también de otra pelea que seguro os gustaría visionar. Y os la dejamos aquí debajo para que no perdáis tiempo buscando en Internet. Se trata del combate entre el judío Max Baer y el protegido del fascista Mussolini Primo Carnera, ‘la pelea de las caídas’ (aunque, como ocurre con todos estos grandes boxeadores, no se sabe muy bien qué alineamiento tenían ellos sobre las ideologías políticas que les rodeaban; posiblemente carecieran de la educación necesaria para formarse juicios sobre el particular).

Y apostamos a que os han entrado ganas de ver, o de volver a ver, el filme de Ron Howard que tuvo como ‘prota’ al madurito Russell Crowe, el de «Gladiator», otro que va ganando con el tiempo, igual que el Clooney y el DiCaprio. Pues aquí la tenéis (nosotros aún no la hemos visto, pero a ver si de este ‘finde’ no pasa).

Que lo disfrutéis. Y de nada.