Oyendo un tordo hablar a un papagayo, quiso que él, y no el hombre, le enseñara; y con sólo un ensayo creyó tener pronunciación tan clara, que en ciertas ocasiones a una marica daba ya lecciones. Así salió tan diestra la marica como aquel que al boxeo se dedica por vídeos y malos entrenadores. Tomás […]