Este finde no hemos encontrado combates interesantes, así que para no perder ritmo de posteo vamos a subiros una entrevista a Sergio «Maravilla» Martínez realizada en su país.
Ya hemos dicho en otras ocasiones que el argentino no es santo de nuestra devoción, pero la verdad es que en esta entrevista se ha redimido bastante a nuestros ojos, aunque seguimos encontrándole muy pagado de sí mismo, distante, y quizá hasta orgulloso. No obstante bien sabemos que tiene motivos sobrados para estar muy satisfecho consigo mismo, pues la vida no le ha sido fácil y cuentan que en Madrid las pasó canutas. Aún así, todos los campeones han de estar satisfechos de sí mismos y son legión los que no adoptan posturas narcisistas.
Está claro que Maravilla no es un campeón popular. En Argentina es un emigrante, en España es un inmigrado, en los USA es uno más con un apodo pretencioso; de hecho, él solo no llena los mastodónticos estadios americanos. Con todo, es justo reconocer que a este hombre nadie le ha regalado nada y que se lo debe todo a sí mismo, al trabajo, a la constancia y a su empecinamiento.
Alguien podría decir que cuando no tienes nada es fácil tirar para delante, pero sabemos de muchos que en situación similar han arrojado la toalla y se han conformado con lo que más a mano tenían. «La felicidad es conformidad», nos dijo hace muchos años un buen amigo, y según este aforismo a Martínez (y a otros como él) nos costará ser felices… nuestra felicidad se fundamenta en intentar alcanzar el nuevo último reto que nos hayamos propuesto. También hemos de reconocer que la edad nos va acomodando a todos.
Pero filosofamos, y ya sabéis que llegados a este punto comenzamos a concluir.
Desde ya os decimos que nos ha gustado mucho la entrevista; trasciende lo boxístico para entrar en el terreno personal, y deja unas muy buenas pinceladas del nivel de exigencia que existe en el campo del boxeo profesional. Uno no es profesional por no tener nada mejor qué hacer; uno es profesional porque no comete errores, porque trabaja con tesón para no cometerlos, y porque cuando los comete tiene argumentos para retomar con garantías la situación.
La entrevista data de noviembre de 2011 y a buen seguro nosotros volveremos a verla un par de veces más.
Y como sabemos que sois buenos chicos, muy aplicados y muy formales, os vamos a regalar un dos por uno. Poco después de la anterior interviú, Martínez concedía la entrevista que sigue en España, un poco más personal e íntima que la primera, siendo ambas complementarias.