Edwin «el Inca» Valero

Hoy os traemos a vuestra bitácora favorita un púgil increíble, con una vida de película más en la línea de Quentin Tarantino que de Tim Burton. Atentos…

Edwin Valero, venezolano, zurdo, campeón del mundo del superpluma y del ligero: 27 combates, 27 victorias, 27 nocauts. Sus primeras 18 peleas concluyeron en el primer asalto. En la decimonovena Genaro Trazancos se le escapó hasta el segundo asalto, donde fue noqueado a los 1:48 minutos. En la vigésima obtuvo el título superpluma de la WBA ganando por KO técnico en el décimo asalto al vigente campeón mundial Vicente «el Loco» Mosquera, que traía un 24(12)-1-1. Mosquera fue derribado dos veces en el primer asalto, y nuestro protagonista cayó en el tercero.

Edwin Valero nació el 3 de diciembre de 1981 y el 9 de abril de 2010 se ahorcó en la prisión de Carabobo (Venezuela), donde estaba recluido tras confesar haber asesinado a su bella esposa de 24 años. Una serie de malos tratos documentados precedieron a este drama que conmocionó a Venezuela y a todo el mundo boxístico.

Vamos a dejaros con un vídeo que trata de resumir esta tragedia en una banda sonora con diferentes imágenes.

No exponemos lo que sigue a continuación como excusa ni justificación a su comportamiento criminal, pero faltaríamos a la verdad si omitimos que en febrero de 2001 tuvo un accidente de moto en el que se fracturó el cráneo y tuvieron que extraerle un coágulo de sangre del cerebro. Esto ocurría antes de comenzar su carrera profesional. En una resonancia magnética practicada en su cerebro en enero de 2004 se le descubrieron irregularidades y le fue prohibido pelear en los USA. Más tarde el estado de Texas reconsideraría concederle la licencia para boxear en su territorio.

En septiembre de 2007 el Inca fue acusado de maltratar a su madre y a su hermana (otras fuentes aseguran que golpeó a su madre y a su mujer), pero ambas damas retiraron la denuncia. En marzo de 2010 fue acusado de amenazar al personal médico de la clínica donde ingresó su esposa, que presentaba hematomas por el cuerpo y un neumotórax como consecuencia de una costilla rota que le perforó el pulmón; su mujer aseguró haberse caído por las escaleras, pero los doctores no dieron crédito a esta historia. Edwin Valero alegó alcoholismo y el tribunal se conformó con que estuviera una semana internado en una clínica para desintoxicarse. Más tarde se le detectaron restos de cocaína.

Sea como fuere, y siendo protegido de Hugo Chávez, nadie hizo nada por evitar la tragedia que se cernía sobre los Valero; quedaron huérfanas dos lindas hijas menores de edad. Edwin Valero lucía con orgullo su pecho tatuado con una bandera venezolana y el rostro del líder bolivariano, donde se apreciaba la leyenda «Venezuela de verdad». En su país era un ídolo por su talento boxístico, y el drama sobrecogió a la opinión pública y al propio presidente de la república.

Según informó el director del CICPC, Wilmer Flores Trossel: «Un recluso que se encontraba en un área adyacente, escuchaba ruidos en el interior de la celda y le participa a los cuerpos policiales, quienes inmediatamente se acercan y observan el cuerpo del boxeador «Inca» Valero colgado utilizando sus propias prendas de vestir para ahorcarse y como punto fijo la reja de su celda».

Pero centrémonos en lo deportivo. Edwin Valero ostenta el récord de más victorias por KO en el primer asalto de forma consecutiva. El anterior récord databa de 1905 y estaba en 15 contiendas ventiladas de esta manera.

Tras lograr el mundial superpluma de la WBA lo defendió en cuatro ocasiones —la primera de las cuales también concluyó en el primer asalto— para luego obtener el vacante cetro mundial del ligero de la WBC despachando a Antonio Pitalúa en el segundo round. De este título hizo dos defensas, la última el 6 de febrero de 2010 ante Toni de Marco.

Vamos a ver sus combates más emblemáticos. En primer lugar os proponemos el combate entre el campeón panameño el Loco Mosquera y nuestro protagonista, que oficiaba de retador, y que tuvo lugar el 5 de agosto de 2006 en el Figali Convention Center de Panama City, en Panamá. Veréis que el estadio no está precisamente a favor de su vecino del sur. El Inca obtiene aquí su primera corona mundial, el superpluma de la WBA, como ya os hemos dicho anteriormente, y es presentado como poseedor de un récord Guinness. Os traemos un peleyón, como dice Óscar de la Hoya.

A continuación os presentamos el combate que le enfrentó a Antonio Pitalúa el 4 de abril de 2009 en el Frank Erwin Center, de Austin, Texas, en los Estados Unidos, por la corona vacante del peso ligero del WBC. No os dejéis engañar por la sencillez con que despachó al colombiano, que presentaba una complicada tarjeta de 46(40)-3(1).

A buen seguro estaréis pensando que si uno fuera Edwin Valero no habría de temer al récord del colombo-mexicano Pitalúa. Mirad atentamente el vídeo y observad como se desfoga la tensión acumulada del campeón venezolano mientras alguien de su esquina le pasea en hombros. Qué gritos desaforados, qué furia contenida, cómo da rienda suelta a su agresividad y descarga la adrenalina acumulada. Y es que la tensión que se genera antes del combate ha de salir al exterior por alguna parte, sea uno un noqueador consumado o un trabajador estilista, y es que avant-match no hay nada garantizado y los miedos y las fobias se van hacinando en lo más profundo de la mente, máxime si es uno rehén de un récord impoluto como llevaba el Inca.

Sería lícito que pensarais que se trata de un infeliz, de una persona inculta que sólo ha nacido para boxear. Un incivilizado sin educación alguna que sólo sabe pegar puñetazos, máxime ahora que conocéis cómo acabó la vida de Edwin Valero. Pero cuando finalice el combate no apaguéis el vídeo y aguardad a la entrevista. Si habéis pensado así os sorprenderéis por su facilidad de palabra, su fluidez y claridad al expresar su pensamiento, su rostro no exento de cierta ingenuidad expresiva aderezada con un brillo de picardía, y una sonrisa franca que te encandila. Es la imagen de un campeón capaz de conseguir cualquier reto que se proponga. Algo debió de quebrarse allá dentro del cerebro del Inca Valero…

Pero vayamos finalizando este repaso a su vida deportiva. Os dejamos ahora su último combate, el que le opuso al difícil y guarrete Antonio DeMarco (23(17)-1-1), mexicano para más señas. Se enfrentaron el 6 de febrero de 2010 en la Arena Monterrey, en Monterrey, Nuevo León, México. Como veis al Inca no le importaba ser siempre visitante y tener al público en su contra. Os lo vamos a repetir: 27 combates, 27 victorias, 27 nocauts, 19 en el primer asalto, 18 de forma consecutiva.

No pestañeéis, a ver si veis el tremendo codazo que Antonio DeMarco le propina a Edwin Valero, abriéndole una brecha de varios centímetros en su cuero cabelludo. Pero como no lo vais a ver, estad atentos a la repetición. A nuestro juicio el codazo es intencionado, pero a fe que el mexicano fue muy hábil porque a pesar del descaro con que le atizó el codazo sólo se puede apreciar el golpe en la repetición y a cámara lenta.

Como ya sabemos que hervís en ganas de verlo, aquí os queda el último combate de Edwin «el Inca» Valero.

En YouTube tenéis algún documental en inglés sobre la carrera deportiva de Edwin Valero, con imágenes de sus entrenamientos, cuando llevaba 19 combates. Al comienzo del reportaje aparece guanteando con Jesús Soto Karass, del que os dimos su último y magnífico combate contra André Berto hace una semana (ahora el vídeo se encuentra caído, cosas de los derechos de imagen).