Que sí, que sí, que tenéis razón. Que nos hemos volcado en exceso estos días atrás con el boxeo y ya queréis ver patadas y patadones.
Nos parece justo, y para compensaros os vamos a servir un plato fuerte, los dos combates de Rob Kaman contra Rick Roufus; ésta entrada ya viene con algunos aderezos.
Rob Kaman era el rey indiscutible del peso supermedio de kickboxing en versión con lowkicks. Había debutado en el peso medio pero ya estaba en el semipesado, y se había ido limpiando las categorías anteriores, no sin altibajos: entró en prisión un año (por evasión de impuestos creemos recordar —con el fisco holandés no se juega, no como ocurre por aquí, que cualquier advenedizo se atreve a defraudar a los contribuyentes—) y tuvo algunas derrotas incomprensibles, explicables por la precipitación al aceptar combates, incluso estando lesionado.
Pero en la versión sin lowkicks había un campeón que le hacía sombra en las revistas especializadas: Jean-Yves Thériault. Y como Thériault nunca pelearía con lowkicks, el bueno de Rob se decidió a prescindir de su mejor arma y no sin algo de buena estrella le sacudió la badana a Iceman Thériault por el título de los supermedios. Ya os dejamos el vídeo del combate contra el canadiense en una de las primeras entradas de Touch Gloves.
Pero tras Jean-Yves surgió una nueva figura del fullcontact en los USA: Rick «The Jet» Roufus. No fue de la noche a la mañana, sino que el chaval venía haciendo sus pinitos hasta lograr consagrarse campeón del semipesado. Es como si a Kaman le picara algo con el fullcontact, o kickboxing sin lowkicks, o boxeo americano como gustan de llamar, muy pedantemente por cierto, los franceses. Al holandés no debía gustarle que nadie le robara las portadas de las revistas, o tal vez fuera que olía una buena bolsa, por lo que ni corto ni perezoso retó a Roufus con el beneplácito de toda la parroquia, a saber, aficionados, federaciones y promotores.
El escenario, como no podía ser otro, el incomparable Palais Omnisports de París-Bercy, con una asistencia acreditada de 8.000 personas; y es que el público francés siempre ha respondido muy bien a los megaeventos de los deportes de combate, ya sea kickboxing, fullcontact, muay thai o savate.
La pelea, escenificada el 20 de diciembre de 1991, estuvo sancionada por la ISKA y fue retransmitida por la televisión francesa. El árbitro, cómo no, el simpático e inconfundible Jimmy Barletta, que fue un excelente peleador en los años ochenta, belga si la memoria no nos falla.
Así pues, nuevamente Kaman decidió dejar de lado su mejor arma, los lowkicks, para demostrar que era un todoterreno y que podía enfrentarse a los mejores especialistas en cualquier sistema de boxeo con pies y puños, y así se encerró en un ring con la estrella ascendente de Roufus durante 12 asaltos de 2 minutos.
Y es que Rick Roufus no estaba por la labor de pelear con lowkicks para demostrar que era mejor que «The Dutchman» en su terreno. The Jet Roufus ya había probado el sabor de los lowkicks el 5 de noviembre de 1988 contra el thailandés Changpuek Kiatsongrit. Mirad aquí abajo como quedó tres años antes el campeón mundial de fullcontact cuando incursionó en el kickboxing. (El vídeo que os habíamos puesto originalmente lo han borrado y sólo nos queda presentaros este otro de menor calidad; de sólo haber dispuesto de este vídeo, no os lo hubiéramos enlazado en el artículo original).
Os recordamos lo que le ocurrió también años más tarde, el 7 de septiembre de 1997, cuando se dejó seducir por el dinero del K1 y le enfrentaron a Jérôme Le Banner. Os lo trajimos no hace mucho a Touch Gloves.
Pero volvamos al combate que nos ocupa. Durante la visualización del vídeo, en un recuadro abajo a la derecha, veréis de vez en cuando al conflictivo Jean-Claude Van Damme que oficiando de comentarista perdió los papeles en varias ocasiones y dio la nota acelerándose y postulándose a favor de Rick Roufus, a pesar de haber nacido en Europa y estando un holandés peleando contra un americano (el actor es belga). En fin, él sabrá. Lo mismo le unía una férrea amistad con Rick Roufus que nosotros desconocemos. (Otro tanto os decimos de este vídeo y del de más abajo).
El resultado oficial del combate es match nulo independientemente del resultado que se dio encima del cuadrilátero. El motivo es que tras reclamación de la esquina del derrotado se comprobó que existió un error de cronometraje y el cuarto asalto duró sólo un minuto.
Mucha mejor calidad de grabación tienen estos dos vídeos que os enlazamos a continuación, pero lamentablemente este autor no ha terminado de subir el combate completo.
Bueno, ya os imaginaréis que con este escándalo la revancha era cosa hecha; pero tardó en llevarse a cabo más tiempo de lo que hubiera sido recomendable. Sería el 5 de febrero de 1994, más de dos años después. Roufus contaba con 27 años, y para Kaman el tiempo había empezado a transcurrir en la otra dirección, y en ese momento tenía 33 años. Es curioso la proximidad en las fechas de cumpleaños de ambos kickboxeadores: Kaman nació un 5 de junio mientras que Roufus vio la luz un 3 de junio, seis años después.
Aquí tenéis la revancha esperada con ansiedad por la comunidad kickboxer mundial. Os advertimos de que el fullcontact tiene estas cosas.
Kaman tiene ahora 53 años y suele impartir cursillos. Roufus, con 47 años, seguía en activo el curso pasado, peleando en K1, insistiendo en los lowkicks, como si tuviera una espinita clavada.
Aquí os dejamos a la vieja gloria que fue Rick «The Jet» Roufus, imponiendo respeto por los cuadriláteros del mundo y haciendo valer de vez en cuando sus todavía peligrosos spinning back fists y sus highkicks, en una pelea en la que se impuso en decisión dividida a Mighty Mo (sigue habiendo árbitros que están más pendientes del gintonic que de la pelea). Pero ignoramos qué pretende o pretendía demostrar el gran campeón (este año no tiene acreditada ninguna pelea) combatiendo en K1 y prescindiendo de los lowkicks.