El señor Masip se ha caído del tronito europeo y superada la edad de jubilación sopesa presentarse a la alcaldía de la capital de Asturias. El señor Masip ya fue alcalde de Oviedo desde mayo de 1983 hasta junio de 1991, y durante su mandato prohibió la práctica del boxeo en la capital de Asturias en instalaciones municipales. Ni veladas ni escuelas de boxeo hubo durante aquellos ocho años en Oviedo. Y todo, según confesión propia, por ideario personal, un convencimiento con el que había sido iluminado no sabemos por quién, quizá por el dios de los curas de la jesuítica Universidad de Deusto donde cursó estudios.
A la vista del titular de la entrevista aparecida en La Nueva España en su edición del martes 27 de mayo de 2014: «Masip vuelve a la política municipal para conseguir ‘una Alcaldía progresista’», me surge una pregunta para el señor Masip: Señor Masip, ¿considera usted que es progresista la prohibición de un movimiento social basándose en las creencias personales de quien lo prohíbe?
Ya lo critique con dureza en «La Nueva España» en aquel momento. En realidad, creo que la prohibicion de Masip no fue ni siquiera por convicciones personales, sino por oportunismo politico. El boxeo ya no generaba intereses economicos como en los 70 y el lo aprovechaba para salir en la prensa de todo el mundo y ponerse una medalla «progre».
Puede que tengas razón, Rubén. Recuerdo que el hombre se hinchó a acudir a debates (cobrando, por supuesto) por media España. Coincidió con el gran auge que tuvieron las televisiones autonómicas y en casi todas ellas se promovieron debates encendidos sobre el boxeo. Recuerdo al doctor Masa (creo que era su apellido, médico de la Federación Española de Boxeo) todo acalorado discutiendo con un tipo como Masip, que se reía de todos y se burlaba asumiendo el rol de abogado del diablo. Siempre pensé que si me hubieran llamado a mí me habría negado a asistir. Fueron debates con los que no se ganaba nada. Y de ahí creo que ha quedado esa manía que criticaba el otro día, de hacer programas de boxeo para convencer a quien no los va a ver.
En cualquier caso, ¿no crees que en esta posible vuelta Masip se vería obligado a mantener su criterio anterior, unos postulados que defendió a ultranza? ¿O crees que a Masip el cargo de eurodiputado le ha hecho ver cuáles son los verdaderos postulados progresistas (si es que hay algo tras esa palabra que han convertido en cliché)? Mira quién respalda (si es que no está detrás desde el principio) la prohibición de la velada de boxeo en el Reconquista.
El padre de Masip fue alcalde franquista y tiene una buena calle en Oviedo.
Él estudió con los jesuitas.
Y no ha denunciado al foro por la memoria histórica que retiren ese nombre de la calle aún diciendo ser socialista de pro (de profesión, se entiende).
¿Qué se puede esperar de un tipo con estos antecedentes? Muy acertado el pop-up de la última frase.
Hoy en día, y al menos en España, político es sinónimo de hipócrita y de jesuita en su segunda acepción. Hay que reconocer que han hecho un arte de la lengua de doble filo, de decir una cosa para manifestar la contraria, y lo hacen con naturalidad. La casta política está desprestigiada y por algo es.
Hoy Masip quiere otro tronito como la alcaldía de Oviedo. Acaban de decirle públicamente en su partido que ahora no toca hablar de ello, que en estos momentos tienen problemas más acuciantes, como poner un pastor al frente del rebaño psoetero. Él debería saber mejor que nadie cuáles son las prioridades de los socialistos, y quizá haya mostrado su mano antes de tiempo. Pero vete tú a saber con esta gente: lo mismo es lo que él pretendía. (Son más falsos que las monedas de 17 pesetas).
De momento Masip no ha respondido a mi pregunta, con lo que le gusta hablar y hacerse oír. Si alguien le conoce, que se la haga llegar.