Esta semana no hay peleón

[Actualizado]
(El combate entre Saúl «El Canelo» Álvarez y Austin Trout está anunciado en Roja Directa para las 03:00 h. —de 03:00 h. a 06:30 h.—, aunque aún no han colgado los enlaces. Ya sabéis que es recomendable conectar con al menos veinte minutos de anticipación para ir cogiendo ancho de banda).

Esta semana no hay peleón
No nos referimos al vino, que nunca debió haber existido tan ruin morapio (nosotros somos de los que sabemos apreciar y degustar los buenos caldos). Nos referimos al peleón entre «El Canelo» y Austin Trout. Al menos no han dicho nada sobre esta pelea en Marca TV, aunque sí aseguraron que darán el Sergio Martínez vs Martin Murray.

Peeero…

…Debido a la absurda ley del horario infantil que establece dicho tramo entre las 06:00 h. y las 22:00 h. (ley del desGobierno de España que no creemos que vaya a ser modificada al menos en este año, y que en nuestra modesta opinión primero deberíamos cambiar a los avariciosos cantamañanas que tenemos por dirigentes, desde el rey hasta el alcalde del último pueblo, y aprovechando la tal coyuntura cambiar de paso un sistema político caducado por decimonónico e inservible por torticero), pues han dicho que de no ofrecer el combate de Sergio Martínez en directo lo pasarán al domingo en diferido.

Volviendo al combate Canelo vs Trout, en los Yunaired se ha levantado una buena expectación. Dan Rafael, columnista de ESPN, opina que la historia, nuevamente, se repite, y que el inminente intercambio de cuero rememorará la batalla que dirimieron hace casi dos décadas Julio César Chávez y Pernell Whitaker por el entorchado welter del WBC (concretamente el 10 de septiembre de 1993). El mismo Whitaker que dos años antes tuvo poco trabajo para desbaratar el boxeo del madrileño campeón de Europa Poli Díaz.

No confundáis este combate entre Chávez y Whitaker con el que enfrentó al «guerrero mexicano» con Meldrick Taylor, y que se había escenificado tres años y medio antes. Ambos, Taylor y Whitaker, mantenían ciertas similitudes en su concepción del combate, no en vano eran entrenados y dirigidos en la esquina por el mítico Lou Duva, reconocible a la distancia por su inconfundible peinado plateado.

En el artículo de Dan Rafael encontraréis referencias al histórico combate que hoy os traemos a la videoteca; así pues, si lo leéis, conoceréis de antemano el resultado del pleito.

Aquella noche reunía todos los ingredientes para representarse una gran obra escénica en doce actos. En el combate que os enlazamos al final de este artículo encontraréis la entrada del mexicano en el Alamodome de San Antonio, Texas. Sesenta mil almas coreando a pleno pulmón el ‘México lindo y querido’ interpretado por el mariachi ya nos pusieron la carne de gallina. Soberbio. Nosotros, que por aquel entonces no gozábamos del descreimiento que lucimos hoy, íbamos con Chávez porque con él sufrimos y con él aprendimos lo que era el boxeo de alta escuela. Muchas cintas de VHS quedaron quemadas viendo una y otra vez sus contiendas… «Para ahí…, dale para atrás…, espera un poco…, vuelve a darle para atrás…, ¿cómo c!#&%*s hizo eso…?, vuelve a rebobinar…, ¡pero mira lo que hace!, vaya mixtos que tiene el tío…».

Chávez saliendo del túnel de vestuarios y atravesando el Alamodome precedido por el viejito Rosas, como nos tenía acostumbrados en mil batallas previas, y escoltado por uno de sus hermanos, que luego se adelantaría para aguardarle en el ring. Asistíamos a toda esta ceremonia de nuevo, aunque ya la habíamos vivido en otras mil noches anteriores.

Luego el ring announcer, Jimmy Lennon Jr., consumado maestro de ceremonias, elevando la expectación hasta hacerte botar en la silla. Y en la esquina del de Culiacán el querido y malogrado José María Martín «Búfalo», al que tuvimos ocasión de conocer personalmente en el gimnasio de La Casilla con motivo del combate que opuso a Alfredo Evangelista contra Hughroy Currie en Bilbao en 1984.

Después el himno mexicano, interpretado solemnemente por casi todas las gargantas del Alamodome, un himno que ya de por sí se antoja especialmente compuesto para calentar un combate estelar de boxeo. Aunque nosotros pidamos con énfasis que desaparezcan los himnos en los eventos deportivos, uno no puede sustraerse a la gravedad con que personas con las que empatizamos entonan lo que para ellos significa un emotivo epinicio.

Más tarde el niño, el eterno niño de la prodigiosa voz, Michael Angelo, afinando las estrofas del himno americano, y dando con maestría esa alta nota que exige el dichoso «Barras y estrellas» yanki en la palabra free para acabar a renglón seguido gritando la frase que incendió el Alamodome de San Antonio: «¡Gana Chávez! Muchas gracias». Le pagaron para interpretar el himno de los gringos pero el rapaz, bendito niño, no vendió su alma: «¡Viva Chávez!», soltó en otro célebre combate. Qué desparpajo el de la dulce inocencia del infante. Con este guiño ya se nos puso el vello como escarpias.

A continuación se apagan las luces sobre el cuadrilátero para proceder a la presentación de los contendientes… Magnífico estuvo Jimmy Lennon Jr. Apostaríamos que la ensayó durante horas. El ambiente se caldeaba, la temperatura subía sin encontrar un tope. El combate más esperado por fin se iba a celebrar, aunque se antojaba que nunca llegaría el comienzo… Ambos gladiadores esperando en su esquina a que Joe Cortez diera la señal de inicio… Saltando, mirándose el uno al otro, ajustando sus guantes…, por fin era llegado el momento en el que sólo quedan dos, porque lo mejor que se ha de decir del tercero es que no estuvo presente.

Y así como comenzó se acabó… Se nos pasó en un suspiro. Qué combate… Dos supercampeones frente a frente capaces de todo. Chávez, 31 años, con un récord profesional impoluto de 87 victorias, 75 sin permitir que el oponente escuchara la campana final. Whitaker, 29 años, con 32 victorias, 15 de las cuales por la vía rápida, y una derrota contra el temible José Luis Ramírez, respaldado por su medalla de oro olímpica en Los Ángeles 1984 y por sus 215 combates amateurs, de los cuales salió victorioso en 201.

Nuestro consejo es que veáis este otro peleón de una tacada, que vayáis al frigo, que cojáis un par de cervezas (ahora que los políticos de este país han decidido que la cerveza es buena para el deporte), un bloc de notas y un lápiz; que hagáis tres columnas y trece filas… En la fila superior, en las dos columnas de la derecha, ponéis los nombres de Whitaker (el campeón y exponía su título) y de Chávez (que subía de peso como campeón de la categoría inmediata), y en la primera columna, en las filas 2 a 13 escribáis el número de asaltos suscritos, del 1 al 12, y os dispongáis a puntuar el combate.

Diez puntos para el ganador del asalto, nueve para el que no lo gane. En caso de caída, ocho puntos para el derribado y diez para el pegador, salvo que quien haya conseguido el knockdown haya sido dominado durante todo el asalto, con lo que serán ocho puntos para el derribado y nueve para el dominado. Si hay dos caídas del mismo púgil en un mismo asalto debéis puntuar diez a siete. Si fueran tres las caídas puntuaréis diez a seis, porque en este combate no estaba en vigor la regla de las tres caídas, y así progresivamente. Es posible, aunque poco habitual, puntuar diez a ocho si la diferencia ha sido abrumadora a pesar de que no haya habido derribo.

Y sin más prolegómenos aquí tenéis un combate digno de ser estudiado en cualquier escuela de boxeo y de kickboxing.

Pernell «Sweet Pea» Whitaker vs Julio César Chávez

Para verlo con un poquito más de calidad (recordad que es un combate de 1993 y todo se grababa en calidad vídeo), eso sí, sin la salida del mexicano y los himnos, id entrando paulatinamente en esta serie de enlaces: