Los campeones del supergallo

Como ya sabéis, porque estuvimos todos viéndolo con la Peña boxística Cangas de Onís, el campeón mundial IBF del supergallo es nuestro compatriota Kiko Martínez. El campeón unificado de la WBO y de la WBA es el cubano Guillermo Rigondeaux.

En declaraciones posteriores al combate, el valenciano dijo que quería pelear contra el filipino Nonito Donaire. Quizá olvidó que Donaire, después del repaso que le dio el Chacal cubano, dijo que no volvería a pelear en las 122 libras y que subía de peso en busca de nuevos retos. Por lo tanto, el gesto de Kiko se queda en un brindis al sol, salvo que él mismo decida subir a las 126 libras en busca de Nonito.

Martínez también dejó bien claro que no quería saber nada del dificilísimo Rigondeaux, y éste le arrojó el guante desde su cartel general en Miami. La manopla permanece en el suelo y, que sepamos, Martínez aún no la ha recogido.

Pero nos queda por saber quién es y qué dice el campeón del WBC. Y es que este pasado fin de semana el mexicano Víctor «el Vikingo» Terrazas ponía su título en juego contra su compatriota Leo Santa Cruz.

Ni pectorales tiene este Santa Cruz… Flaco como un perro callejero, con bigotito mariachi, y muy jovial en la esquina, se presentó en el ring del StubHub Center, de Carson, en California.

Terrazas presentaba en su primera defensa un registro de 37(21)-2(2)-1, mientras que Santa Cruz tenía un récord previo a la pelea de 25(15)-0-1.

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Observad en una de las esquinas en el segundo round cómo tiene el púgil el ojo transcurridos sólo dos episodios de la contienda. Y observad también al apapanoelado réferi, con qué cariño le dice al perdedor tras la segunda cuenta que mejor que no siga. Simpático y afable este Dr. Lou Moret. Sin embargo sus segundos son muy cortos. Estad atentos a esta segunda cuenta y mirad cómo transcurren en verdad el tiempo en el cronómetro regresivo del asalto. Al final al chaval le ha contado seis en lugar de ocho, aunque no dudamos de que le ha hecho un favor.

Quizá haya sido lo propio del subidón tras una victoria contundente en disputa de un mundial, pero creemos que nuestro Kiko Martínez, antes de pensar en enfrentarse a las megaestrellas, debería tocar con los pies en el suelo enfrentándose a alguno de estos dos púgiles, a lo mejor más asequibles. De salir victorioso, quizá se le empezaran a abrir puertas por sí mismas.