Esta semana no hemos podido dedicarle tanto tiempo al blog, pero no os tenemos abandonados, que hay mucho que ver ya.

Hoy os traemos un título mundial de fullcontact del año 1990. Algunos igual no habíais nacido… Y fue ayer, como quien dice.

Os vamos a pedir que observéis a ambos contendientes, con un estilo bastante parecido y con defectos muy parecidos también. Es como si hubieran bebido en el mismo agua contaminada en diferentes ranchos. Metáfora tal vez estúpida que nos acaba de salir sin pensar pero que también puede ser válida.

Fijaos cómo ambos pelean a distancia de patada, pero sus patadas no imponen respeto. Ninguno ejerce presión, aunque de vez en cuando se acortan las distancias. También llama la atención que ambos pelean con la espalda estirada y el mentón bastante más levantado de lo que aconsejan lo cánones clásicos.

Ninguno se molesta en tomar el centro del ring, y apenas se mueven en torno a su rival, permaneciendo frontalmente. Cuando usan la finta es para meter un solo golpe y quedar tragados. Porque tampoco parece que sepan trabajar el cuerpo a cuerpo; llegados a esta distancia se traban siempre o se aplican mutuamente el llamado golpe del conejo. Empero, se trata de un campeonato mundial profesional.

Para terminar tenemos el constante toqueteo de manos. Se mueven poco, pero sus guantes están siempre chocando entre sí, aunque ello les lleva a tener los codos abiertos y los puños por debajo del mentón. Fijaos bien porque eso es algo tenía Bill Wallace cuando comenzó quince años antes. Lamentamos afirmar que estos dos, que fueron muy buenos en su tiempo, hoy en día no serían campeones de Europa amateur, pero así es como pensamos.

Tal vez eso signifique que hemos avanzado algo.

El combate no es muy largo (ya os hablan de un KO brutal en el título del vídeo. Y sí, el KO es de los durillos. No entendemos que recordones hace el botarate del árbitro contando diez a un tío que se ve que no va a levantarse y que lo está pasando mal. Mientras desgrana la cuenta está impidiendo que le socorra la ayuda médica. Son unos segundos que podrían convertirse en vitales para el púgil dañado. Es tremendamente irresponsable actuar así, aunque aún puede verse esta actitud hoy en día por esos cuadriláteros de dios.

Haremos un pequeño análisis de cómo sobreviene el KO; para leerlo, pinchad en desvelar en la barra que hay aquí debajo.