Ha vuelto «El hijo de la leyenda», volvió a pelear Julio César Chávez Jr. a la distancia de diez rounds, y lo ha hecho con polémica. Todas las páginas especializadas arremeten contra la injusticia del resultado, y contra la falta de compromiso del Junior.
Hubo que modificar hasta en tres ocasiones (a cambio de dinero) el peso en el que se celebraría el combate; y luego la pelea dejó mucho que desear, aunque Chávez Carrasco tuvo al borde del nocaut a su rival, a quien sacaba una buena tacada de kilos.
Dicen que estuvo apático y remiso, y que lució desentrenado, fuera de forma y fuera de punto, y lento y con sobrepeso. Él dice que en el cuarto asalto se lesionó una mano, que finalmente no concluyó en fractura.
El caso es que todo el mundo ha quedado decepcionado, incluyendo al padre del chico, la auténtica leyenda, quien envió un mensaje a su hijo diciendo públicamente que debe tomarse más en serio los entrenamientos y el boxeo en general.
Todavía tres o cuatro días después, en el espacio «Cuenta de protección», con Bernardo Osuna, presentaba el Junior un rostro tumefacto.
Pero lo mejor será que juzguéis por vosotros mismos. Os adelantamos las cartulinas de los jueces, una de ellas de escándalo: 96-94 (quizá la más justa); 97-93 (para muchos cargada a favor del Junior); y 98-92 (para otros muchos más que indignante).
Información Bitacoras.com
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