Superpeleyón de kickboxing

Óscar de la Hoya dice que «es un peleyón» cuando, a priori, se avecina una gran pelea. Nosotros exageramos más la presentación porque es innegable que la pelea es trepidante (y lo hacemos a posteriori). Presentemos a los actores (presentación que viene con extras, como os merecéis).

Davit Kiria se presentaba como retador con una tarjeta de 21(6)-9. El georgiano —con un escaso porcentaje de victorias por nocaut, aunque debe recordarse que muchos combates del casi extinto K1 se realizaron a la distancia de tres asaltos— es el 3º clasificado mundial GLORY del peso superwelter. El año pasado subió a los ensogados en tres ocasiones y solamente perdió en su última pelea contra Robin van Roosmalen (Robin van Roosmalen vs Davit Kiria).

El surinamés Andy Ristie, maniego y diez centímetros más alto que su rival de esta noche, acudió a la cita con un récord profesional de 41(21)-3-1 y está clasificado como el número uno mundial GLORY del peso superwelter. Llegó con una racha de cinco victorias consecutivas, desde que perdiera ante Andy Souwer en 2012 (Andy Souwer vs Andy Ristie). El año pasado Ristie ganó el título del peso ligero superando a Giorgio Petrosyan en la semifinal (Andy Ristie vs Giorgio Petrosyan) y a Robin van Roosmalen en la final (Andy Ristie vs Robin van Roosmalen).

Este combate era válido para el título del peso ligero (154 lb ó 69’853 kg) siendo la primera defensa de Ristie. Tuvo lugar el 8 de marzo de este año en el Arena Zagreb, en Zagreb, Croacia (¡sí!, en la misma cartelera del decepcionante Filipović vs Bonjasky que os presentamos esta misma semana).

Os dejamos con el combate completo, incluida la presentación y las repeticiones de los momentos estelares desde todos los ángulos cinematográficos posibles. Avisamos… no se puede pestañear desde el primer tañido de campana. ¡Preparaos antes las palomitas! Hasta los cámaras de ambas esquinas se entusiasman con la pelea y se les va la pinza. Fijaros en el comienzo del cuarto round. El réferi se queda mirando a los camarógrafos y les dice: ¿¡pero qué coño hacéis aquí!? (pero lo dice en inglés, que queda más fino). Espectacular último asalto: Kiria con un ojo cerrado y Ristie aparentemente quebrantado.

Con el GLORY dentro y el K1 fuera, esto parece que vuelve a sabernos a kickboxing. A ver si pueden mantener este nivelón. Peleas por el título a cinco rondas de tres minutos, ¡qué menos! Bien podrían recuperar los doce asaltos de dos minutos que se hacían en los campeonatos mundiales de hace unos años. O aunque fueran sólo diez rounds de dos minutos, el espectáculo está servido. Nada de esos odiosos torneos con combates a tres asaltos en los que participan ocho púgiles, que es un rollo. Un tipo concentrado en su único combate contra otro individuo dará siempre mucho más vistosidad, más espectáculo. Y si no, que se lo pregunten al incombustible boxeo.