Arturo «Thunder» Gatti nació en Italia en abril de 1972 y murió en Brasil en julio de 2009, aunque peleó bajo la nacionalidad canadiense al desplazarse a este país norteamericano con su familia cuando era niño. Arturo Gatti fue un guerrero del ring y sus peleas se seguían de pie en vez de arrellanados en la butaca del salón o en la silla del ringside. No en vano acumula hasta cuatro FOTY (fight of the year) o peleas del año para la prestigiosa The Ring, las correspondientes a los cursos 1997, 1998, 2002 y 2003.

La carrera profesional de Arturo Gatti comenzó en junio de 1991 y se extendió hasta julio de 2007, con un registro de 40(31)-9(5).

En su etapa en el boxeo aficionado formaba parte del equipo nacional canadiense, pero un año antes de los JJ.OO. de Barcelona, con sólo 19 años, decidió engrosar las filas del boxeo rentado.

El 15 de diciembre de 1995 se proclamaba campeón mundial superpluma de la IBF, para revalidar el título frente al hispano-dominicano Wilson Rodríguez en marzo del siguiente año en un formidable combate.

El 4 de octubre de 1997 se enfrentaba a Gabriel Ruelas defendiendo su título superpluma IBF en combate que fue catalogado FOTY, como ya os hemos dicho.

Al año siguiente, el 22 de agosto, se enfrentaría a Iván Robinson en combate a diez rondas sin título en juego, intentando clasificarse dentro del peso ligero para optar de nuevo a una diadema mundial. Éste es el combate que nos ha pedido Juanjo y como lo prometido se ha de cumplir, aquí tenéis el combate del año (FOTY) 1998 para la prestigiosa revista The Ring. Y no sólo eso, sino que también fue considerada por el magazine como Upset of the Year 1998, es decir, la sorpresa del año, en base a las expectativas que se habían creado los analistas boxísticos.

Poco después, el 12 de diciembre, se volvían a enfrentar estos dos hombres para solventar de una vez por todas lo que los jueces habían dejado medio en el aire con una decisión dividida en el anterior enfrentamiento.

En la pelea siguiente Gatti se desembaraza de su rival en el primer asalto con un preocupante nocaut.

Tan preocupante como el que le procura a su siguiente rival, Joey Gamache, excampeón mundial superpluma.

No es posible dudar de la pegada de Arturo Gatti a la vista de estos dos últimos combates.

Le quedaba todavía a Gatti ser protagonista de dos peleas del año más, pero no os las vamos a poner aquí porque irán en la sección de trilogías memorables, pues ambas las libró contra el mismo boxeador.

En 2001 se enfrentaba a Óscar de la Hoya en combate clasificatorio para el mundial wélter. De la Hoya dominó todo el combate y Gatti, alejado de su peso original, poco pudo hacer.

En 2004 volvía Arturo Gatti a disputar un mundial, esta vez el superligero del WBC, frente al invicto italiano Gianluca Branco, al que vencía por decisión unánime el 24 de enero en el Boardwalk Hall, de Atlantic City, en el estado de New Jersey.

Defendió con éxito su título contra otro invicto, el rumano Leonard Dorin, y contra el incombustible Jesse James Leija, apodado el Tornado de Texas. Os dejamos la pelea contra Dorin.

Su siguiente defensa le llevo a recibir un palizón a manos de Floyd Mayweather Jr., que buscaba su tercera corona en un tercer peso (ya tenía la del superpluma y ligero). Esto ocurría el 25 de junio de 2005. El 28 de enero del año siguiente Arturo Gatti volvía a los ensogados para medirse al danés invicto Thomas Damgaard en disputa del vacante título wélter de la apócrifa International Boxing Association (IBA), nuevamente en el Boardwalk Hall de Atlantic City, en New Jersey.

Dos combates más disputaría Gatti en el ring, pero no le fueron nada favorables.

Y una última batalla en la que perdió la vida, cuando el 11 de julio de 2009 se encontraba de vacaciones en Pernambuco, Brasil, con su mujer, nativa de aquel país, y su hijo de 10 meses. Un oscuro suceso en un hotel de Ipojuca donde en primera instancia la viuda fue acusada de asesinato pero tras la autopsia se decretó muerte por suicidio.

Amanda Rodrigues, la mujer de Gatti, fue puesta en libertad a finales de ese mes aún cuando no pudo explicar cómo permaneció el cadáver de Gatti diez horas en la habitación sin ella percatarse de que el púgil estaba muerto. Tampoco supo explicar por qué había sangre en la correa de su bolso. El día de su muerte a Gatti se le esperaba en Canadá para asistir a la boda de su hermana, y Acelino Freitas (ídolo del boxeo brasileño) declaró que en calidad de amigo de Gatti sabía que la pareja pasaba por problemas e iban a separarse.

Las dudas sobre la muerte de Gatti llevaron al gobierno canadiense a autorizar una segunda autopsia en Quebec una vez repatriado el cadáver, pues tanto la familia como las autoridades de su país de acogida recelaban de las conclusiones de los investigadores brasileños.

El 23 de agosto de 2011 se informó que los investigadores privados habían llegado a la conclusión de que la muerte de Gatti fue un homicidio (la noticia del enlace anterior está en inglés, pero ya sabemos que sois chicos espabilados y sabéis utilizar las mil herramientas de traducción que hay por Internet). Pero en ese mismo año, durante un juicio en Montreal, el forense de Quebec dictaminó que no había evidencia de homicidio y el juez otorgó a la viuda la herencia económica de Gatti.

Arturo Gatti forma parte del Salón Internacional de la Fama del Boxeo (IBHOF) desde 2013 (el original, el de Canastota —población de unos 5.000 habitantes—, al norte del estado de Nueva York; el otro, el Salón Mundial de la Fama del Boxeo (WBHF) se ubica en Riverside, California).