Un pedacito de historia

Hace ya más de diez entradas que no hablamos de kickboxing, así pues hoy os traemos uno de esos combates añejos con calidad VHS. Pero el documento es si cabe más válido por esas telarañas que vais a tener que ir quitando a medida que visualizáis el combate para entender lo que ocurre y por qué ocurre. Al final, después del vídeo, os dejamos un premio a vuestra constancia en forma de nota comparativa.

El de hoy se trata de un campeonato del mundo del peso semipesado disputado en París, el 22 de mayo de 1978. Se enfrentaban Jeff «The DC Bomber» Smith y Dominique «le King» Valera, francés de padres españoles. Se dieron cita allí siete mil espectadores llegados de todos los puntos de Europa y, por supuesto, de Francia —Alain Delon, viejo aficionado al boxeo, entre ellos.

Pero antes de catar este vídeo nos vais a permitir que hagamos un poco de historia. Recordamos que en torno al combate se suscitó cierta polémica por el uso del ring. Lo habitual en Europa hasta ese momento era pelear en tatami. Recordad que fullcontact o full contact no significa nada más que pleno contacto. El nombre original es karate full contact, así que lo normal hasta ese momento era pelear en un tatami.

Os dejamos un documento histórico para nuestros deportes de combate, unas imágenes del enfrentamiento entre Ramiro Guzmán y Gordon Franks en 1975 en Berlín.

Pero acertados cambios federativos exigieron que la pelea tuviera lugar en un ring de boxeo. Observad después el ensogado ensogado de tres cuerdas en el que combaten. El cronista Rolland Gaillac, amigo de Valera, escribió:

[Dominique] Poco habituado a las cuerdas —fue avisado de que iba a pelear sobre un ring unos días antes— […].

El redactor explicaba así la pasividad de Valera en el quinto asalto cuando no aprovechó que Jeff Smith cayera contra las cuerdas del ring.

Novedosamente también se pasó a pelear con guantes de boxeo con cuerdas, cuando venían utilizándose aquellas horrorosamente duras protecciones de John Rhee. No obstante el relleno de los guantes de boxeo en aquella época era de crin. La protección se entendía más para las manos que para la integridad de los rivales.

Las botas del combate fueron las creadas por el coreano John Rhee porque en ese momento no había otro producto destinado a la protección de los pies. Posteriormente hubo una revolución en este mercado de botas y guantes de boxeo, pero estábamos en 1978, un mundo muy parecido a éste de 2014 aunque con notables diferencias.

Recordad que el fullcontact se inicia en 1972 y éste combate por el título mundial tiene lugar sólo seis años después. ¿Y cómo había llegado le King a ser nombrado aspirante oficial al campeonato del mundo?

Valera era un karateka exitoso a nivel mundial, pero en un campeonato del mundo en Long Beach, California, se le fue la pinza (por alguna injusticia arbitral) y se lió a patadas y puñetazos con su rival y con los árbitros. Fue todo un escándalo. Existen fotos de Valera esposado por la policía de la ciudad, vestido con su karategi y una chaqueta de chándal por encima. Por supuesto le cayó una dura sanción; creemos recordar que fue apartado de la WUKO (World United Karate Organization) de por vida, sanción de la que fue amnistiado al final de su carrera deportiva, aunque citamos este episodio de memoria.

Al bueno de Dominique le cayó su mundo marcial encima: ni competir, ni impartir clases, ni cursillos… nada. El hispano-francés murió para el karate en aquel momento, y aunque fueron muchos lo que le dieron la razón y testimoniaron la injusticia arbitral, le King se comió el marrón él solito.

Cuenta la leyenda que en ese torneo estaba entre el público Bill Wallace. Y el no menos bueno de Bill fue a ver a Dominique a la salida del trullo y le ofreció afiliarse a la PKA, una asociación de karatekas profesionales, que es como habían comenzado a llamarse para diferenciarse de los karatekas tradicionales. Valera estuvo entrenando con Wallace en Memphis durante unos cuantos meses. Ambos tenían facilidad para pegar patadas a la altura de la cabeza, por lo que Valera adoptó el sistema de Wallace, que abusaba de las patadas circulares.

Aquí debajo os los dejamos realizando una exhibición en 1992 en Alemania.

Dominique realizó unas cinco peleas exitosas en los USA y se volvió para Francia donde se le recibió como un héroe por enfrentarse a la supuesta tiranía japonesa de la WUKO. Pero en lugar volver como un desheredado, arribó con una gran hogaza de pan bajo el brazo: introdujo el fullcontact en el Viejo Continente y se hinchó a dar cursillos por toda Europa. Por supuesto contó con todo el apoyo de la federación americana (PKA) para introducir su deporte en Europa: se preveían más licencias, seminarios por doquier, jugosos contratos televisivos… Ya sabéis, todo un mercado incipiente por explotar en monopolio.

Hay que decir que la historia nunca es lineal, y la del kickboxing en Europa no es la excepción. Existían grandes inquietudes para abandonar el aburrido y tedioso karate, ¿pero adónde ir? En Holanda tanto el Dojo Chakuriki como el Megiro Gym andaban explorando el muay thai como consecuencia de viajes a Japón para perfeccionar el kyokushinkai. Pero ésta es otra historia que no toca relatar ahora.

Valera realizó varios combates en Europa donde obviamente no tenía rivales. Aunque alguno le salió contestón, como el noruego Skog, que le derrota por KO en Marsella en 1977. Valera era fuerte, aguerrido y técnico, pero sin llegar a tener mandíbula de cristal no era tampoco gran encajador.

A pesar de esta derrota la PKA le mantuvo en el ranquin y Valera optó al campeonato del mundo llevándoselo a París, lo cual fue un acontecimiento de gran magnitud en la Europa de las artes marciales pues por primera vez un campeonato del mundo de full contact cruzaba el Charco.

Habréis observado que 20 años después ni Wallace ni Valera se despojan de sus cinturones para realizar la exhibición. Toda esta gente comenzó peleando con su cinto negro a imagen y semejanza de lo que hacían en el karate y lo llevaron siempre con orgullo en sus peleas. Pero los cinturones negros dejaron de ser un método para valorar a los púgiles en cuanto cintos verdes y azules comenzaron a ganar en combate a los cintos negros; en consecuencia los cintos fueron despareciendo paulatinamente de los cuadriláteros del fullcontact. El cinturón refleja un supuesto nivel técnico que nada tiene que ver con la realidad de un combate. Pero hemos de entender que estos dinosaurios que inventaron el karate full contact insistieran en portar sus grados técnicos porque de donde ellos venían se hacía así y marcaba un rango. Supieron cambiar los postulados más rígidos del arte pero no quisieron renunciar a los adornos. Incluso los árbitros se negaban a vestir de otra forma que no fuera karategi, cinturón negro y descalzos. Vivían en una disonancia permanente, era todo un contrasentido, una forma de reivindicar unos orígenes a los que no querían volver pero que les daban de comer: todos seguían impartiendo clases de artes marciales tradicionales.

Por su parte Jeff Smith era el campeón lineal, o más bien el único campeón habido de ese peso hasta el momento, imbatido desde que en el primer campeonato de full contact se proclamara campeón junto con los americanos Bill Wallace y Joe Lewis y los mexicanos Isaías Dueñas y Ramiro Guzmán en Los Ángeles en 1974.

Vais a asistir a un combate legendario, donde dos auténticas estrellas del momento se enfrentaron en un combate a nueve asaltos de dos minutos, lo que era un tope en lo que a asaltos respecta (posteriormente se llegarían a disputar campeonatos mundiales a doce asaltos de dos minutos). Recordad igualmente que estaba en vigor la regla de las ocho patadas por round, así que vais a ver patadas a tutiplén por asalto.

Los tres primeros asaltos, incomprensiblemente, son de tanteo. Mucha patada para librar la obligación de ocho por asalto, eso sí, patadas muy potentes. En el cuarto y en el quinto se sube el ritmo del combate aunque de forma imperceptible. En el sexto Valera envía el protector bucal de Smith a la cuarta fila de ringside de un zarpazo, e intenta utilizar los barridos, una técnica que siempre le caracterizó a él y a otro mito, el holandés Fred Rogers. Nuevamente Gaillac escribe:

En el sexto round Valera intenta barrer a Smith. Pero impedido por las nuevas reglas —¿creadas únicamente para él?— que estipulan que se debe barrer sólo la parte del pie protegida por el botín, lo que es imposible, no pudo emplear su técnica favorita.

Cierto que Valera usaba y abusaba de los barridos en su primitiva función, que no es otra que la de desequilibrar al adversario para colocarle una serie, pero Dominique barría indiscriminadamente a la altura de la pantorrilla. Parece ser, si hacemos caso a Rolland Gaillac, que la PKA se confabuló contra el francés, pero algunos podemos testimoniar que no es imposible barrer (y tirar) a un rival atacando sólo a la altura del botín, aunque es cierto que hay que pegar más una patada y olvidarse del deslizamiento técnico que exige —en teoría— el barrido (de ahí el término barrer).

Al comienzo del noveno y último asalto Valera es amonestado por un barrido alto —lo cierto es que el octavo acabó de la misma manera sin advertencia alguna— por el árbitro americano (tal y como se encarga de recordarnos el cronista francés). Y apuntaba Gaillac que en ese mismo asalto Jeff Smith conectó un rodillazo en la cabeza de Valera sin que el árbitro, compatriota del rival, dijera esta boca es mía. Y aquí sí le damos la razón a Gaillac: bastante rigurosa nos parece esa amonestación arbitral después de haber estado de espectador de lujo durante todo el combate. Pero bien pudieron haber recusado a Jay T. Will antes del combate y no dejar la queja —estéril por otra parte— para después del mismo.

El combate tiene muchos momentos en los que la intensidad baja a cero. Da la sensación de que los primeros ocho asaltos eran un trámite forzoso para engallarse en el último round. Creemos que tal vez estos púgiles no estaban habituados al ritmo del boxeo y se gustaban en sus patadas y puñetazos poco «boxísticos». Se empezaba a tomar conciencia en todos los gimnasios de fullcontact de que si se quería ganar había que aprender a boxear, y boxear en los combates de fullcontact. Fijaos que los cuerpo a cuerpo son inexistentes y enseguida entran en clinch. Tenéis que asistir al combate como quien visualiza una antigualla, con respeto pero también con ojo crítico.

las puntuaciones del Smith vs Valera Desvelar

El vídeo premium lo tenéis aquí debajo. Hemos pensado que qué mejor que poder comparar este combate de 1978 con una pelea de 2012 entre dos buenos contendientes (Leonard Picord del KFBC Clichy y Bruce Codron del GBL Mazan), sin ningún título en juego. El combate se enmarcaba en la gala Full Night 2012 de Agde, ubicada en el mediodía francés. Ved y comparad la evolución del fullcontact: la intensidad, las combinaciones, el boxeo inglés, las contras, (y el ring, que ha dejado de ser una cajita de cerillas). Aunque no todo ha cambiado: uno de los púgiles gusta de vestir su cinturón negro.