Velada de boxeo en Avilés


Ayer estuvimos en Avilés, en el Bar Acordeón Versalles, donde nos trataron magníficamente e hicimos nuevas amistades. Un abrazo a todos por vuestra formidable acogida. Llegamos de noche y salimos de madrugada para asistir al Maravilla vs Cotto con que se han descolgado los de Marca a través de Internet. Vivimos un gran ambiente pugilístico junto a boxeadores y preparadores allí presentes. No vamos a nombrarlos aquí no fuera a ser que alguno tenga que practicar las esquivas en casa por andar fuera de hora. Pero da gusto presenciar veladas de boxeo televisadas (o internetizadas) entre amigos entendidos en el arte de fistiana. Qué diferencia a cuando vas al bar y el tipo que tienes al lado, que no distingue entre el gancho y el directo, pretende darte explicaciones sobre Muhammad Alí y Ray «Sugar» Leonard, como si fueran los únicos púgiles que han aportado algo a la dulce ciencia. El otro tipo-peste que pulula por los chigres cuando el boxeo vuelve (como está volviendo) a primera línea de actualidad es aquél que cuando te relata un combate pontifica con frases del tipo «le pegó», «casi lo tumba» o «éste es mejor», mostrando lamentable tabla rasa sobre algo tan y tan complicado como es el oficio de las dieciséis cuerdas.

Y a la vuelta nos hemos traido la información de una gran reunión boxística que organiza el Club TOA, club de campeones, y que podéis leer en el cartel que encabeza este artículo. Se trata de un homenaje a don José Enrique Rodríguez Cal, más conocido en nuestro mundo del boxeo como Dacal (o Dacal II, para ser más precisos), medalla de bronce en los JJOO de Munich en 1972. Os recordamos que el boxeo español sólo tiene cuatro medallas olímpicas; la plata de Faustino Reyes en Barcelona 1992, el bronce de Rafael Lozano en Atlanta 1996, y la plata del mismo «Balita» Lozano en Sidney 2000. El sábado 21 de junio, al día siguiente de una sorpresa que aguardamos a confirmaros, volveremos a Avilés.