Yodsanklai Fairtex vs. Marat Grigorian

Pelea disputada el 12 de abril del presente año 2005, correspondiente al Kunlun Fight 22, en Hunan, China, en las 154 lbs (69.900 kg), división llamada superwélter.

El tailandés Yodsanklai Fairtex (192(76)-71-4) —fijaos bien, que tiene más de 250 batallas—, peleador de Lumpini y campeón mundial WMC y WBC-Muaythai(1), se medía al armenio afincado en Amberes (Bélgica) Marat Grigorian (39(21)-5-1) en pelea pactada a tres asaltos, donde casi duran más las megaguayantes presentaciones que los combates.

Comienza el encuentro y observamos que el asiático es zurdo, lo que en los deportes de combate quiere decir ‘problemas para el oponente’, a menos que ambos sean zurdos; en ese caso todas las papeletas auguran un combate feo, lo que no quita que pueda ser interesante a la par que entretenido.

Potentes middlekicks y aún más potentes lowkicks por parte del tailandés, tibiazos marca del país de Siam. Combinaciones y series por parte del belga, marca también de la escuela europea, que tratan de desestabilizar la concentración y el tempo del thai.

Fairtex trata de controlar el combate pausándolo y poniendo toda su potencia en cada golpe; Grigorian busca penetrar en la guardia de su oponente mediante series donde los puños son los principales protagonistas.

Dos concepciones diferentes, dos distancias opuestas: media-corta para el belga, larga para el siamés. ¿Quién se desgastará antes o/y quién pondrá primero en aprietos a su rival? ¿Fairtex pegando con total potencia o Grigorian lanzando series?

Comienza el segundo asalto y parece que la iniciativa corresponde a Fairtex, dada su preferencia por la larga distancia. Grigorian acorta terreno pero tras encajar la patada del tailandés no parece que quede en disposición de conectar sus puños o sus lowkicks de media distancia.

El de Lumpini se viene arriba y comienza a boxear tras sus potentes pateos; el centro le pertenece y comienza a ejercer presión aunque sin buscar la distancia corta. Ni los puñetazos ni las patadas del armenio parecen entrañar peligro ninguno.

A cada tibiazo de izquierda del asiático el belga castiga su pierna de apoyo con el apropiado lowkick interior; al final del segundo asalto parece que el thai se resiente de una de estas patadas.

Al comienzo del tercer asalto la parte interior del muslo derecho Fairtex muestra un color carmesí… ¿Aguantará lo que resta de combate? En tan sólo tres asaltos tampoco hay tiempo para apreciar el desgaste por acumulación de golpes. Hacia la mitad de este último round vemos el exterior del brazo derecho de Grigorian del mismo color que el muslo de Fairtex. Las patadas que se cruzan son potentes, pero ambos guerreros siguen a lo suyo. Nos aproximamos al desenlace: tres potentes middles del thai que se quedan sin respuesta por parte del flamenco; parece que va a ser él quien primero se quede sin fuelle.

Termina la pelea y Grigorian da la espalda a Fairtex, obligando a éste a llegarse hasta su esquina para saludarle y felicitarle. No parece contento el amberino y ahora es el turno de que los jueces cobren su protagonismo. ¿Acertarán en su decisión o ésta será pitada por el siempre entendido público?

Vuelvo y repito: una lástima no haberse llevado la pelea hasta los 5 asaltos… Quizá con 4 también me consolaría. De hecho los títulos continentales y mundiales de boxeo se deciden en un número par de asaltos.

    (1) Existe una filial del WBC (Consejo Mundial de Boxeo) dedicada al muay thai.

Bonus:
Por si queréis ver algo más de «Yod», aquí os lo dejamos con casi un cuarto de hora de entrenamiento. Aunque no hace nada del otro jueves —ya conocéis mi opinión sobre los vídeos de entrenamientos de los campeones—, el tipo parece no cansar de pegar tibiazos.